Uno de los objetivos de Musical Arts es producir generaciones de músicos que, además de grandes solistas, se formen como músicos y artistas completos. ¿Qué queremos decir con ello? Nos referimos a que el alumno, aunque se forme con la finalidad de ser un gran solista, cuando se enfrente a una orquesta, tenga los recursos necesarios para conjugar sus operaciones con las operaciones de instrumentistas de otras especialidades e instrumentos de naturalezas distintas al suyo propio. Esta capacidad de conjugación y entrelazamiento entre sonoridades tan heterogéneas sólo haya su núcleo de aprendizaje en la música de cámara. Por lo tanto, la finalidad es que el alumno posea la urdimbre, la costumbre y el oficio de tocar con otros instrumentistas con el objeto de no ser sólo un buen solista, sino también un gran artista.