José inicia su aprendizaje musical en su localidad natal, Algemesí, de la mano de Diego Ramón i Lluch, a quien guarda un cariño muy especial por acompañarle en sus primeros pasos en el arte. Después de completar estudios de piano y musicología, decide dedicarse de lleno a sus pasiones: el canto y la música antigua. Para ello, amplía su formación en la Schola Cantorum de Basilea con Richard Levitt y Andreas Scholl, bajo cuya tutela obtiene el diploma de solista especializado en Renacimiento y Barroco.

José debutó en el Teatro Real de Madrid con el papel de Don Quijote en Dulcinea, con quien también viajó al Liceu de Barcelona y al Teatro de la Maestranza de Sevilla. Más recientemente, ha participado en Agrippina de Haendel en el Teatro Champs Elysées de París y Bozar de Bruselas con Eduardo López Banzo.

Su carrera también está respaldada por otros directores de la talla Joshua Rifkin, Diego Fasolis, Fabio Bonizzoni, Philippe Pierlot o Jacques Ogg, y en conjunción con reconocidas agrupaciones como La Risonanza, Ricercar Consort, la Orquesta Barroca de Sevilla, Virtuosos de Moscú o la Orquesta de Cambra del Palau de Barcelona. Desde los inicios de su carrera, José ha colaborado en numerosos conciertos y grabaciones con Jordi Savall (Capella Reial de Catalunya), Eduardo López Banzo (Al Ayre Español), Dominique Vellard (Ensemble Gilles Binchois) o Carles Magraner.

En su discografía solista destaca su trabajo con «El Cortesano», merecedor de las distinciones «E» de Excepcional y cinco estrellas de ABC. Además, cuenta en su catálogo con «El Parnasso» (Arcana 316), «Si me llaman…» (Carpe Diem), y «Arde el furor intrépido» con D. Fasolis y la Orquesta Barroca de Sevilla. En sus grabaciones con ensembles, destacan «Motetes, Canciones y Villanescas» con La Colombina, «Carlos V Emperador» con Alia Vox o «Júpiter y Semele» con Al Ayre Español.

José Hernández-Pastor cuida especialmente su labor docente en instituciones como la Muestra de Música Antigua de Aracena, el Curs de Música Antiga de Guadassuar, con el Coro Barroco de la Junta de Andalucía, en la Universidad de Salamanca o en la Academia Internacional de Música Antigua. Más allá de nuestras fronteras, ha sido profesor en el Conservatorio Superior «Manuel de Falla» de Buenos Aires.

Junto con toda su carrera musical, el Yoga se ha convertido en un pilar fundamental de su carrera, por su cercanía con el canto, y también por servir como vía de expresión de sus propios sentimientos.

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